Aunque ya todos sabemos que nadie da duros a cuatro pesetas, excepto nuestros gobernantes locales, IU ha denunciado una cláusula del contrato de gestión del agua con la empresa AQUALIA que puede darnos a los ciudadanos graves quebraderos de cabeza, empezando por los económicos.
Estaba más que claro para casi todos que cuando una empresa privada puja para conseguir la gestión del agua de un municipio no tiene otra razón más que el lucro económico, especialmente si para hacerse con el control de ese preciado recurso ha de pagar un “peaje” de varios millones de euros.
Hoy se han aclarado algo más las razones por las que la empresa Aqualia está dispuesta a hacerse con la gestión del agua en Lepe, cueste lo que cueste, y es que según se desprende de las declaraciones del coordinador de IU en Lepe, Javier Valderas, esta empresa sólo se hará cargo de obras menores, concretamente de 15 metros, teniendo que ser costeadas el resto de las obras por el Ayuntamiento de Lepe, es decir, por todos los ciudadanos.
De ser esto así no resulta difícil pensar que en un plazo muy breve de tiempo la empresa no sólo habrá recuperado la cantidad de dinero que “regala” a nuestro Ayuntamiento por conseguir el contrato, sino que en muy pocos años podrá obtener ya importantes beneficios.
Pero analizando esta realidad, ¿qué puede ocurrir si hay que realizar una obra y nuestro ayuntamiento no tiene dinero suficiente para realizarla?, cuestión bastante posible dado el derroche al que nos tiene acostumbrados nuestro alcalde, derroche que no ha cesado hasta que la hucha ha quedado completamente vacía. Pues lo más lógico es que fuera la propia empresa la que costeara esa obra, y ese coste sería repercutido en la factura de cada uno de los ciudadanos ya que el ayuntamiento sería el que autorizara esa subida tarifaria para costear la obra. Una segunda opción es que la obra se costeara mediante crédito solicitado por la propia empresa, y éste pasaría directamente al recibo, de un modo similar a como se ha hecho en Huelva capital.
En cualquier caso, se avecina un oscuro futuro para nuestra ciudad salvo que un día de estos la razón vuelva a la cabeza de nuestros mandatarios locales y se den cuenta del daño que van a causar a la ciudad que dicen amar, pero a la que día a día solo muestran menosprecios.
Estaba más que claro para casi todos que cuando una empresa privada puja para conseguir la gestión del agua de un municipio no tiene otra razón más que el lucro económico, especialmente si para hacerse con el control de ese preciado recurso ha de pagar un “peaje” de varios millones de euros.
Hoy se han aclarado algo más las razones por las que la empresa Aqualia está dispuesta a hacerse con la gestión del agua en Lepe, cueste lo que cueste, y es que según se desprende de las declaraciones del coordinador de IU en Lepe, Javier Valderas, esta empresa sólo se hará cargo de obras menores, concretamente de 15 metros, teniendo que ser costeadas el resto de las obras por el Ayuntamiento de Lepe, es decir, por todos los ciudadanos.
De ser esto así no resulta difícil pensar que en un plazo muy breve de tiempo la empresa no sólo habrá recuperado la cantidad de dinero que “regala” a nuestro Ayuntamiento por conseguir el contrato, sino que en muy pocos años podrá obtener ya importantes beneficios.
Pero analizando esta realidad, ¿qué puede ocurrir si hay que realizar una obra y nuestro ayuntamiento no tiene dinero suficiente para realizarla?, cuestión bastante posible dado el derroche al que nos tiene acostumbrados nuestro alcalde, derroche que no ha cesado hasta que la hucha ha quedado completamente vacía. Pues lo más lógico es que fuera la propia empresa la que costeara esa obra, y ese coste sería repercutido en la factura de cada uno de los ciudadanos ya que el ayuntamiento sería el que autorizara esa subida tarifaria para costear la obra. Una segunda opción es que la obra se costeara mediante crédito solicitado por la propia empresa, y éste pasaría directamente al recibo, de un modo similar a como se ha hecho en Huelva capital.
En cualquier caso, se avecina un oscuro futuro para nuestra ciudad salvo que un día de estos la razón vuelva a la cabeza de nuestros mandatarios locales y se den cuenta del daño que van a causar a la ciudad que dicen amar, pero a la que día a día solo muestran menosprecios.
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