LA TÉCNICA DEL AVESTRUZ

Esperábamos con impaciencia las declaraciones de nuestro alcalde. Esperábamos aclarar qué tipo de relación, además de una cercana amistad y el compartir sobremesas a menudo, unía al actor principal de las imágenes de la agresión entre socios de una inmobiliaria con nuestro Ayuntamiento. Tal y como algunos predecían, nada sabemos de nuestro Alcalde.

Mientras toda España podido ver ya la brutal agresión bajo el título de “asesor de Lepe”, aún nuestro alcalde no se ha atrevido a hacer una declaración que, no sólo tranquilice los ánimos en nuestro pueblo, sino que limpie el nombre de nuestra ciudad ante la opinión pública nacional, aunque lo haga desde Huelva capital, donde parece encontrarse más cómodo que en su propio pueblo.

Paradójicamente, aquellos que acusan a todo el que critica al Ayuntamiento de no querer a Lepe, ahora no se han atrevido a dar ni un solo paso para defender la dignidad manchada de este pueblo. Las noticias que unen el nombre del “presunto” agresor al Ayuntamiento no han tenido la respuesta que esperábamos, la de un Alcalde negando contundentemente las acusaciones, lo que da pábulo a quienes creen que son verdad, máxime cuando es nombrado el propio Alcalde en plena discusión, lo que nos da una idea de lo cercano que se encuentra a ambos implicados.

Según hemos podido leer en prensa, el presunto agresor se encuentra contratado por la Mancomunidad de Islantilla, aún sin saber con qué cargo ni atribuciones, aunque su trabajo se desarrollaba en el edificio principal del ayuntamiento, en un despacho junto a la entrada, lo que ha llevado al público a creer que estaba contratado como asesor. Según informaciones internas, desde el momento en que se incorporó este nuevo contratado al edificio consistorial han sido varios los trabajadores que han pasado por su despacho a recibir advertencias, incluso algunos colectivos de inmigrantes tuvieron ya oportunidad de mantener un encuentro en ese despacho con el denominado “asesor”, encuentro del que no salieron muy satisfechos.

De ser ciertos los testimonios, resultaría difícil explicar cómo alguien que trabaja para la Mancomunidad tiene un despacho dentro del Ayuntamiento, y aún más difícil de explicar las causas que han llevado a nuestro consistorio a hacer esta nueva contratación.

Muy limpias no deben correr las aguas cuando el alcalde ha puesto tierra de por medio en este asunto y ha negado en primera instancia el que este señor trabajara incluso en el ayuntamiento, a pesar de que son muchas las personas que lo han visto. ¿Será que es nuestro alcalde quién pisa cada vez menos por allí, y por eso no lo vio?

Un nuevo telón de silencio se ha vuelto a extender en el consistorio, es la técnica del avestruz, esconder la cabeza en un agujero para no tener que enfrentarse ala realidad, ya lo hemos visto más veces.